El Sunday Roast, también conocido como Sunday Lunch o Roast dinner (asado o almuerzo de los domingos en castellano) es un plato muy típico de la cocina británica. Evidentemente, está relacionado con la celebración de los domingos. Un icono de los más representativos de la “Alegre Inglaterra”. También se come en Irlanda, Australia, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda.
Representa una concepción utópica de la sociedad y cultura inglesa, basada en una vida pastoril completamente idílica, en teoría, acontecido en la Edad Media hasta la Revolución Industrial.
Hay dos teorías de su origen:
- La primera es en la Edad Media, dónde los siervos servían a los hombres más influyentes todas las semanas. Y en domingo, se les invitaba a estos a un delicioso asado.
- La segunda es que surgió en la Revolución industrial. Familias de Yorkshire, dejaban el asado en el horno antes de ir a la iglesia los domingos, así cuando volvían estaba listo para comer.
Consiste en un asado de carne, habitualmente vacuno, porcino, cordero, pollo o pavo, y sus guarniciones que incluye patatas, yorkshire pudding, salchichas, zanahorias, judías, coles de Bruselas y, un imprescindible, el gravy, que es la salsa a partir del jugo desprendido de la carne al asarse. Las verduras pueden variar, ya que tradicionalmente se servían las verduras dependiendo de la región y la temporada.
Mejorado con sabor mediterráneo y a baja temperatura
La idea del Sunday Roast es maravillosa: poder disfrutar de un asado, magníficas guarniciones y de una salsa reducida basada en el propio jugo de la carne. Es la mejor forma para terminar la semana y disfrutar de la familia o amigos.
Pero os imagináis una versión mejorada al estilo “mediterráneo”, sería espectacular ¿y por qué no? Tenemos las mejores verduras, aceite y pescados.
Os propongo que lo probéis, el asado hecho a baja temperatura para darle más sabor, aroma y melosidad (además de saludable). Aprovechar el jugo de la cocción y reducirlo en una sartén. A ese plato, añádele unas cebollitas platillo, que den un punto fresco y dulce, y unas verduras de la huerta española y de temporada. Si eres muy de patatas, pon unas cuantas. Todo bien regado de nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra y unas escamas de sal.
¿A qué pinta bien?
Pues si no te quieres liar haciendo el asado a baja temperatura y la guarnición de cebollitas platillo, te ayudamos, ya lo hacemos nosotros por ti.